Sevilla, 9 de mayo de 2024. Tras el parto, la salud de la madre es tan importante como la del bebé. Los cambios físicos y psicológicos que experimentan las nuevas madres requieren de un apoyo social y sanitario para retornar a un estado saludable, que permita a la nueva familia disfrutar de la llegada del nuevo miembro. Entre los cuidados que suelen requerirse tras el parto, la protección y rehabilitación del suelo pélvico destaca como uno de los más solicitado, pues influye tanto en la movilidad como en la continencia urinaria de la madre.

Así, los problemas y cambios físicos derivados del parto, entre los que se sitúa el posible daño al suelo pélvico, pueden contribuir a un desequilibrio de la salud física y mental de las madres. Tal y como han señalado los especialistas de Vithas, la depresión posparto afecta a 1 de cada 10 mujeres durante la fase perinatal, una situación de la que alerta con la campaña “Mamá cuidando a su bebé”, lanzada por el Grupo Vithas en coincidencia con el Día de la Madre. Esta campaña pone en valor el papel de los profesionales sanitarios antes y después del parto, subrayando el apoyo a las madres y a los cambios que estás sufren tras dar a luz, físicos y mentales.

En palabras del Dr. Luis Carlos García Lancha “los ejercicios del suelo pélvico sería recomendable iniciarlos en el tercer trimestre de gestación, para así ir adaptando los tejidos al momento del parto. Ya, en la cuarentena, debemos continuar con los ejercicios que iniciamos en la segunda mitad de la gestación e integrarlos posteriormente en el día a día de la mujer para estar preparadas para futuros embarazos”. Con esta premisa, se asegura que, tras el parto, la recuperación de la madre sea más rápida y los efectos secundarios, como la incontinencia urinaria remitan o, incluso, se eviten desde el primer momento.

Prevención para una recuperación saludable

Durante el parto, debido al paso del feto por el canal pélvico, se produce un estiramiento de sus estructuras, desde la mucosa vaginal, ligamentos de sujeción y músculos que conforman el diafragma pélvico. Así, como expone el Dr. García Lancha, “sabemos que de forma congénita heredamos un tipo de colágeno (Tipo 1 -2) que aporta elasticidad a los tejidos. La edad, la etnia (más frecuentes estas alteraciones en mujeres latinas y caucásicas que en afroamericanas), la obesidad, la tos crónica secundaria al tabaquismo o el estreñimiento crónico son factores predisponentes”.

Cuidarse para cuidar se convierte así en un punto clave para las embarazadas, dando prioridad a los ejercicios que prevengan lesiones durante el parto que afecten a la etapa posterior. En este contexto, “las lesiones más comunes son los desgarros perineales y lesiones de los músculos elevadores del ano. Es común en el posparto observar de forma transitoria un ligero descenso de los compartimentos del suelo pélvico, a veces acompañado de incontinencia de orina de esfuerzo”, señala el especialista en ginecología y obstetricia de Vithas. Para prevenir estos daños es aconsejable “proteger el periné durante la salida de la cabeza fetal o realizar una episiotomía (incisión perineal), cuando sea necesaria”.

Además de los conocidos ejercicios de protección del suelo pélvico, para aumentar las posibilidades de un parto sin complicaciones, así como una recuperación precoz, desde el Servicio de Ginecología y Obstetricia de Vithas Sevilla se señala que “sería recomendable llevar a cabo una dieta saludable, rica en fibra, para corregir el estreñimiento y la obesidad. Evitar el tabaquismo para eliminar la tos crónica y continuar con los ejercicios del suelo pélvico aprendidos durante el embarazo o en posparto. A todo ello, si sumamos realizar asiduamente ejercicios como yoga o pilates podemos complementar la salud del suelo pélvico, mejorando la salud general de la madre antes, durante y después del parto”.