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Pedro Sánchez se decide: esto pasará en España a partir de hoy

Aunque todavía no hay una hora fija para la comparecencia en la que comunicará su decisión sobre si sigue como presidente del Gobierno o no, este lunes cambia el futuro del país.

Pedro Sánchez

Tiempo de lectura: 4'Actualizado 10:29

Es 29 de abril, el día D y Sánchez comparecerá a las 11 horas. Hoy finalizan los cinco días de reflexión que anunció la semana pasada en una carta publicada en redes sociales después de que un juzgado de instrucción de Madrid abriera diligencias previas contra su mujer, Begoña Gómez, por un posible delito de tráfico de influencias.





El Juzgado de Instrucción Número 41 de Madrid abrió diligencias de investigación tras recibir una querella del sindicato Manos Limpias basada, básicamente, en informaciones publicadas en medios de comunicación.

En su carta a la ciudadanía, el presidente no dudaba en reconocer como un golpe bajo estas acusaciones, que definió como una "estrategia de acoso y derribo", señalando principalmente a los partidos de la oposición.

Este lunes, Pedro Sánchez comparecerá para anunciar cuál ha sido su decisión tras cinco días de silencio.

Pese a sopesar una dimisión, existen tres escenarios posibles que pasan por la continuidad del presidente, por enfrentarse a una cuestión de confianza o por la renuncia.

Pedro Sánchez sigue como presidente del Gobierno

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Podría decidir mantenerse en la Moncloa al ver el apoyo en las calles recibido este fin de semana en las diferentes acciones que se han visto, principalmente, en Madrid.

Es una decisión que iba a tomar reflexionando en Moncloa, junto a los suyos, por lo que también pasa necesariamente porque se haya dejado convencer por su familia y por su círculo más íntimo de que merece la pena continuar al frente del Ejecutivo.





Al menos, el respaldo de los suyos ha sido evidente en estas últimas horas. Tanto de la militancia socialista, como de los principales responsable del Gobierno y también del PSOE: Félix Bolaños, por ejemplo, ha remarcado, ante el "ataque de la jauría ultra", que los progresistas "se van a manifestar por una democracia limpia".

"Hoy nos convocan aquí en Madrid a todos los demócratas, a todos los progresistas, contra una jauría que no tiene límites y que lo único que quiere hacer es tumbar un gobierno democrático y legítimo como es el Gobierno de Pedro Sánchez", ha añadido.

María Jesús Montero, por su parte, ha pedido a Pedro Sánchez al inicio del Comité Federal del partido que siga adelante como presidente del Ejecutivo y ha respondido a la carta que envió por redes sociales diciéndole que "merece la pena que ganen los buenos": "Pedro, quédate", "presidente, quédate".





Además, Óscar Puente ha calificado al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, como "el puto amo" y ha incidido en que "cree firmemente" que el presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, "está detrás" de la estrategia de "socavar la vida personal" de Pedro Sánchez. Incluso Emiliano García-Page ha alabado la reacción del presidente del Gobierno y se ha puesto a su disposición.

Ese apoyo también ha llegado desde el exterior.

Luiz Inácio Lula da Silva expresó su solidaridad tras anunciar que medita renunciar tras una denuncia contra su esposa, y del que dijo que su papel es importante para "Europa y el mundo". También el Grupo de Puebla, que aglutina a dirigentes de izquierda de América Latina, ha alentado a Pedro Sánchez a "mantenerse firme".





Pero el apoyo más contundente ha sido el de José Luis Rodríguez Zapatero.

El expresidente ha llamado este sábado a los demócratas a volcarse con el presidente del Gobierno dándole "un apoyo continuo, sistemático y movilizador".

Añadiendo, además, frases bastante sorprendentes:"Todos esos obispos que salieron a manifestarse contra la ley de matrimonio igualitario porque destruíamos la familia, pues podría salir alguno ahora".


Pedro Sánchez se somete a una cuestión de confianza

El escenario que coge más fuerza es este.

Hasta ahora solo lo han hecho Adolfo Suárez y Felipe González, pero por motivos que no tienen nada que ver con los de Pedro Sánchez: pidieron a la cámara que avalaran sus modelos económicos. Se trata de la antítesis de una moción de censura.





El mismo presidente del Ejecutivo solicita al Congreso que lo avale como mandatario. Hay una sola votación, y Pedro Sánchez recibiría la confianza solo con la mayoría simple.

La pérdida de esta moción no implica que el presidente pierda automáticamente el cargo, pero la derrota tendría un poder simbólico.

Sea como fuere, sus socios parlamentarios habituales lo animan a presentarse a esta moción de confianza.

El PNV, EH Bildu o el BNG ponen este escenario sobre la mesa como la mejor de las salidas para Pedro Sánchez.

Incluso Esquerra Republicana ha medio-avanzado que le concedería su voto afirmativo.

Es más, Carles Puigdemont también empuja al líder socialista a optar por este camino.





Si Sánchez sitúa una moción de confianza antes de que empiecen a cocinarse las alianzas posteriores al 12-M, las elecciones catalanas, podría conseguir que formaciones como Junts o ERC le mostraran públicamente su confianza antes de decidir con cuál pacta ante un buen resultado de Salvador Illa.


Pedro Sánchez dimite como presidente del Gobierno

El presidente del Gobierno siempre puede optar por trasladar esta moción de confianza directamente a la ciudadanía.

Es decir, volver a convertir las urnas en un plebiscito sobre su figura, como ya hizo en las elecciones generales del 23-J, en las que consiguió instalar un marco en el que el PSOE se enfrentaba a toda la derecha y la ultraderecha.





Pero si acaba escogiendo este camino, la Moncloa tendrá que convertirse en una especie de gestoría durante un mes.

Porque la ley no permite a Pedro Sánchez convocar elecciones anticipadas hasta el día 30 de mayo, cuando se habrá cumplido un año exacto desde la última disolución de las Cortes españolas. Esta vía también le permitiría españolizar las elecciones catalanas.

Pedro Sánchez podría dimitir como presidente del Gobierno, de igual modo que hizo Adolfo Suárez en 1981.

La Constitución recoge este supuesto en su artículo 101: en caso de dimisión o fallecimiento del presidente, todo el Gobierno cesa, pero se mantiene en funciones hasta la toma de posesión de un nuevo Ejecutivo.





Según lo dispuesto por la Ley del Gobierno, las funciones del presidente son asumidas por los vicepresidentes o, en su defecto, por los ministros.

Lo más probable en este caso es que la vicepresidenta primera, María Jesús Montero, se hiciera con el control del Gabinete de forma provisional.

En este caso, lo siguiente sería iniciar el procedimiento para la investidura de un nuevo presidente del Gobierno.

Es decir, un candidato deberá someterse a una investidura y recibir la confianza de la Cámara para ser investido presidente. Si no lograra ser investido, arrancaría un plazo de dos meses en el que nuevos candidatos propuestos por el rey.





Si tras estos dos meses ningún candidato consigue la confianza del Congreso las Cortes, se disuelven de forma automática y se convocan nuevas elecciones generales.

Cabe destacar que, aunque el Gobierno esté en funciones, tanto el Congreso como el Senado se mantendrían activos y con plenas funciones.

De esta manera, se podría aprobar la ley de amnistía o continuarían las comisiones del caso Koldo.

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